Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un https://lancesuyq714383.rimmablog.com/37396129/el-minuto-exacto-en-que-zidane-perdió-el-control